2013. október 31., csütörtök

Reciente ecuentro con un Cortázar sorprendente. Tu más profunda piel.

"Cada memoria enamorada guarda sus magdalenas y la mía -sábelo, allí donde estés- es el perfume del tabaco rubio que me devuelve a tu espigada noche, a la ráfaga de tu más profunda piel." 


Me gustaría decir algo nuevo, pero la verdad, tengo hechos algunos poemitas q publico aquí, porque me gusta emplear como introducción tal comienzo sumamente... podría escribir "genial, perturbante, sorprendente, prometedor", pero mejor dicho tout simplement cortazariana.
Pues aquí viene una memoria de de mi estancia en Ciudad Real.




Le quedaría bien mi sombrero. Me cae bien.
Me queda bien su gafas de sol, y yo lo sé.
Hermosura tan sucia que no entiendo...
No entiendo por qué sucia, siendo intacto.
Al menos intocable.

Y dime por qué permites lo sinsentido,
por qué dejas que la nadería te envuelva
en palabras encarnadas: moscas, mosquitos, payasos,
 mientras la distancia entre nosotros se convierte en diferencia medida en años.
Cuatro, como mínimo.
Por qué eres tan intangible...

 Quedabas para mí hasta siempre.
Así no te devoraron
las banales madrugadas que amargaríamos poco a poco juntos.










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