"Muy
serio, discreto, reservado, y sumamente correcto. La chica estaba
nerviosa, cansada, y al verlo, primero ni le parecía verosímil que
fuese él, que el hombre ya estuviese en la ciudad. “Es curioso…justo
estaba pensando en él. Por si esta vacación nos va a unir otra vez…ojalá…”
Al hombre le
acompañaba alguna mujer octogenaria, debía de ser la directora o cierta
funcionaria del museo. Por eso es tan serio, tan modesto-pensaba
ella.
-¿Una de tus antiguas estudiantes?-preguntó la vegestaria.
-No, ya no... mejor dicho, nos conocemos de la ciudad donde había trabajado antes - respondió él, y la vejancona
comentó la mirada de la chica, indudablemente seductora, con algo
semejante a “entiendo”. En italiano o español, la chica nen eso no estaba
segura. Por fin el hombre se permitió una sonrisa. Por fin. Y con un
fortísimo acento italiano aseguró a la chica de que el día siguiente quedarían
por un café o algo. –Perfetto, mio amico- respondió ella alguna
tontería semejante. Y volvió la cabeza porque lo sentía, notaba que no
lo sentía aquella mirada tan evidentemente calurosa con que había
empezado todo, hace años. –Mañana, más o menos ¿a qué hora?-preguntó y
no se olvidó de su famosa sonrisa misteriosa, pese a estar nerviosa y
muy cansada. La respuesta era ¿en español?, ¿en italiano?, ¿le dio
razón para estar contenta?... Buscaba la mirada del hombre, pero este
luego empezó a explicar algo enteramente insustancial a su colega
envejecida. En italiano. La chica esperaba tan sólo que su chaqueta de
primavera ocultara su estremecimiento. En tiempos lejanos…todo empezó
en italiano.
Pero el hombre esta vez era muy serio, reservado y
sumamente correcto."
Nincsenek megjegyzések:
Megjegyzés küldése